MIAMI – El escenario para un juego decisivo por el pase a la segunda ronda del Clásico Mundial de Béisbol no pudo ser mejor. Solo falta que Puerto Rico sepa sacarle provecho.
El Team Rubio tuvo ayer el día libre y se presentará hoy con recargadas energías al crucial partido contra República Dominicana, que tendrá en juego el último boleto a los cuartos de final y que comenzará a las 7:00 de la noche, en el LoanDepot Park, de Miami, Florida.
Puerto Rico abrirá el partido con el prospecto de la organización de los Mets de Nueva York, Dominic Hammel, y tendrá disponible a su profundo ‘bullpen’, incluyendo a Edwin “Sugar” Díaz y su hermano Alexis, quienes lucieron inmensos en sus apariciones el domingo y lunes, respectivamente.
Mientras, República Dominicana tendrá al lanzador derecho Johnny Cueto, con 15 años de experiencia en las Grandes Ligas, incluidos los Rojos de Cincinnati, los Gigantes de San Francisco, los Medias Blancas de Chicago y los Reales de Kansas City.
“Pueden esperar muchas cosas. Va a ser el juego más esperado, el Clásico de Puerto Rico y República Dominicana. Tenemos las ganas y el deseo. Estamos activos y con el favor de Dios vamos a salir con la victoria”, dijo el jardinero Nelson Velázquez a su salida ayer de un evento del equipo en el restaurante Mofongo, en Miami.
Puerto Rico tiene marca de 2-2 contra República Dominicana desde que se inauguró el Clásico en 2006. Esta será la quinta ocasión que chocan.
El primero de los enfrentamientos fue en 2006 cuando los boricuas se impusieron 7-1 en la segunda ronda. En la edición de 2009 no se encontraron, pero en la siguiente, la de 2013, los dominicanos salieron por la puerta ancha en un partido de primera ronda con pizarra 4-2. Ese mismo año, Puerto Rico sucumbió 2-0 en la final.
Mientras, en la edición de 2017, Puerto Rico se impuso 3-1 sobre República Dominicana.
“Vamos a dar el máximo y a ver qué pasa”, comentó el primera base Neftalí Soto.
Puerto Rico llega al partido con marca de 2-1, que incluye victorias contra Nicaragua e Israel y una derrota frente a Venezuela.
República Dominicana, en cambio, tenía récord de 1-1 sin contar el resultado de anoche, cuando se medían –al cierre de esta edición– a Israel.
Por su parte, el veterano relevista Fernando Cruz aseguró que el ánimo del equipo está por las nubes y que los taponeros están listos para entrar mañana a trabajar “sin egos”.
“No hay títulos, mañana (hoy), no hay títulos. Es un jugador en la loma pasándole el batón al otro y que cada cual haga mejor trabajo posible que el anterior. No habrá títulos ni egos. Vamos a dar lo menor”, aseguró Cruz.
Al entrar a la última jornada de la primera fase, Venezuela era el único que tenía su boleto asegurado del Grupo D con marca perfecta en cuatro salidas.