ST. PETERSBURG, Florida — Dos horas y media después del primer lanzamiento del juego del jueves, los jugadores de los Detroit Tigers y Tampa Bay Rays estaban dando declaraciones a la prensa en los camerinos del Tropicana Field. Nada mal para un primer día de trabajo.
"No creo que nadie se sienta mal por irse temprano a la casa", dijo el jardinero dominicano Jose Siri, quien bateó un jonrón en el triunfo de los Rays 4-0 sobre los Tigers en un encuentro que apenas duró dos horas y 14 minutos, exactamente el mismo tiempo que necesitaron los Seattle Mariners para blanquear 3-0 a los Cleveland Guardians en el T-Mobile Park.
En el primer día de acción con las nuevas reglas que implementó la oficina del comisionado para la temporada del 2023, la duración de los partidos de Grandes Ligas (MLB) se redujo en 21 minutos, sin afectar la ofensiva y el ritmo de juego, que es exactamente lo que pretende el gobierno del béisbol con las regulaciones.
Por supuesto, las violaciones estuvieron a la orden del día, conforme jugadores y árbitros se ajustan a un reloj que limita el tiempo entre pitcheo y pitcheo y los controles a las formaciones defensivas especiales, principalmente.
Se identificaron 14 violaciones (ocho de lanzadores, cuatro de bateadores, una de un corredor y una de un receptor) o retraso en el ritmo del juego.
Pete Alonso, de los New York Mets, fue amonestado por tardar mucho tiempo en regresar a la primera base luego de un foul. El dominicano Rafael Devers, de los Boston Red Sox, fue ponchado con un tercer strike automático por no entrar a tiempo a la caja de bateo.
"No hay excusas. Todos conocen la regla", dijo el mánager puertorriqueño de los Red Sox, Alex Cora.
De acuerdo al eficiente equipo de Stats & Info de ESPN, los 15 choques del jueves se jugaron en un promedio de dos horas y 45 minutos, lo que equivale a 21 minutos menos que el tiempo average de 3:06 del 2022.
Diez juegos duraron menos de tres horas y el festival de palos entre los Baltimore Orioles y los Red Sox en Fenway Park, donde se anotaron 19 carreras y se pegaron 26 hits, se celebró en 3:10.
Lo mejor del caso es que todo eso se logró sin afectar la ofensiva.
Los equipos promediaron 8.4 hits (contra 8.2 el año pasado) y anotaron 4.23 carreras, una media muy parecida a la que tuvo el béisbol la temporada anterior (4.28), aunque solamente se batearon 21 cuadrangulares (la menor cantidad en un primer día de acción desde el 2013) y se lanzaron cinco blanqueadas (la segunda mayor cifra desde 1900).
Pero las limitaciones a los "shifts" defensivos impactaron el juego. Los bateadores mejoraron sus promedios en bolas puestas en juego halando la pelota hacia sus manos, ahora que no se permite que más de dos infielders estén a cada lado de la segunda base y es obligatorio estar pisando tierra hasta que el lanzador suelta la bola.
Los bateadores derechos batearon .282 (contra un pobre .210 del 2022) en bolas chocadas hacia la banda izquierda, y los zurdos lo hicieron para .171 metiendo la pelota al lado derecho, después que batearon .141 en el 2022.
Con almohadillas más grandes, en el "opening day" del 2023, los equipos se robaron 21 bases en 23 intentos, una efectividad de 91.3%, muy por encima del 75.4% del año anterior.
"Son las reglas y nosotros simplemente tendremos que adaptarnos y tratar de sacarle provecho", dijo el dominicano Wander Franco, quien también bateó un cuadrangular para los Rays el jueves.