El jugador dominicano vio menos acción que en su temporada de novato y sufrió un robo de atención por parte de otros jugadores de los Pacers
El dominicano Chris Duarte solo vio acción en 46 partidos de la temporada regular 2022-23 de Indiana Pacers, su segunda campaña en la NBA después de haber sido escogido con la selección 13 del Draft de 2021.
La causa principal de la disminución, nueve partidos menos que en 2021-22, de Chris Duarte se debe a las lesiones, algunas que parece arrastrar desde su temporada debut en su pie izquierdo.
Además de la cantidad de encuentros, el promedio de minutos por partido también sufrió una variación negativa de 28 minutos por juego en su temporada debut a solo 19.5 por encuentro en la recién finalizada campaña.
Una lesión que le estuvo aquejando durante gran parte de su segundo año en la liga y de la que no aparenta haberse recuperado es en su tobillo izquierdo, todo comenzando en sus primeros partidos de la temporada en la que se mantuvo activo por nueve juegos. Mostró en ocasiones su gran talento como por ejemplo un partido de 30 puntos frente a Brooklyn Nets.
Otro aspecto que varió considerablemente en su segunda temporada fue su protagonismo ya que siendo novato, además de recibir elogios de los principales jugadores de la liga, fue titular en el 71% de los encuentros en que participó, con una variación considerable a solo un 26% de los juegos en su segunda campaña en la liga.
Como es de esperar, en casi todas de sus principales estadísticas, tanto en eficiencia como en cantidad, hubo una disminución considerable, aunque mejoró cuatro puntos porcentuales en su efectividad desde la línea de libres.
La llegada al equipo de jugadores como Andrew Nembhard y Bennedict Mathurin, así como también el ascenso al estrellato de Tyrese Haliburton, han sido factor para que poco a poco el protagonismo que tenía Chris Duarte en su primera temporada en la liga haya desapareciendo y que pudiéramos catalogar de que el dominicano sufrió la tan mencionada maldición del segundo año.
Con una larga temporada baja para tratar de lograr su recuperación total y la esperanza del equipo dominicano para que Duarte nueva vez se ponga el uniforme de su nación para representarles en el Mundial FIBA de este verano, el jugador de 25 años tiene el escenario perfecto para dejar las llamadas maldiciones detrás y seguir demostrando su talento en el mejor baloncesto del mundo, pero sobre todo aportar a que los Pacers puedan competir en 2023-24 y así eliminar cualquier distracción, como los rumores de cambio, y definir su rol en el equipo de Indiana.
